"La patria es dicha de todos, y dolor de todos, y cielo para todos, y no feudo ni capellanía de nadie."  J. Martí
CULTURA DEPORTE CINE DE INTERÉS MÚSICA

 

LIBERTAD PARA INTERNET EN CUBA

Internet quiere decir libertad y donde no hay libertad tampoco hay Internet. Razón más que de sobra para levantar nuestra voz de protesta y solidaridad pidiendo libertad e Internet para Cuba.

Históricamente quien controla la información controla el poder y ese control informativo suele ir parejo al nivel de libertades cívicas. No debe extrañarnos, por lo tanto, que a menores libertades cívicas mayor control gubernamental de la información y viceversa.

En los sistemas políticos democráticos, el control sobre la información suele estar centralizado en grandes medios, afines al poder los unos y a grupos opositores los otros. Para los primeros, casi todo lo que hace el Gobierno es bueno o muy bueno, mientras que para los segundos es malo o muy malo. Entre ambos, los medios independientes cuya casuística más destacable es que no son amigos de unos ni de otros, por lo que reciben palos de todos.

En los sistemas dictatoriales la situación se simplifica. Los medios afines se reconvierten en agencias de publicidad y los restantes simplemente son ilegales y como tales perseguidos.

Tanto en un caso como en otro, el control informativo se centraba en los medios tradicionales (prensa escrita, radio y televisión) hasta que llegó Internet y convirtió a cualquier persona en un medio de comunicación con capacidad para divulgar información y opiniones.

Ante esta nueva situación, los gobiernos de países democráticos, en complicidad con los grandes medios, han reaccionado intentando ”supervisar” la transmisión de información por Internet, alegando excusas como la defensa de la infancia o la lucha contra la pornografía y delitos anexos. En las dictaduras, de nuevo, han simplificado la cuestión reduciendo Internet a poco más que la página Web del régimen.

Llegados a este punto se hace preciso recordar que la Declaración Universal de Derechos Humanos establece en su artículo 19 que:

”Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.” 

Aunque el texto es de 1.948, su redactado es plenamente aplicable a Internet, pero por desgracia esa norma de derecho internacional es ignorada por algunos países a pesar de que son firmantes de dicha Declaración. Diversas entidades defensoras de los derechos humanos (y por lo tanto de esa Declaración), así como organizaciones periodísticas llevan tiempo denunciando su incumplimiento.

Internet quiere decir libertad y donde no hay libertad tampoco hay Internet. ¿Ejemplos?. Desde Arabia Saudí hasta el Uzbekistán, pasando por Bioelorrusia, Corea del Norte, Cuba, China, Irak, Irán, Libia, Myanmar, Sierra Leona, Siria, Sudán, Túnez, Vietnam y Asia central (Azerbaiyán, Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán).

En algunos de estos países apenas hay teléfonos por lo que se ahorran prohibir un imposible: el acceso telefónico a redes. En otros como China se censuran contenidos.

De entre estos ”amigos” de la libertad, destaca que sólo haya uno hispanoparlante y además muy próximo a España por sus raíces históricas y culturales: Cuba.

Desde que en 1996, el Consejo de Ministros de Cuba aprobó el decreto-ley 209 sobre el ”Acceso desde la República de Cuba a redes informáticas de alcance global”, las políticas y estrategias gubernamentales han evolucionado desde la censura inicial a la censura actual pasando por la imposibilidad real del acceso a Internet. Aquel decreto señalaba que el acceso a Internet sería definido ”en función de los intereses de Cuba, priorizando en la conexión a las personas jurídicas e instituciones de mayor relevancia para la vida y el desarrollo del país”.

Ello se ha traducido en que para 11.500.000 habitantes, en Cuba hay unos 100.000 accesos a Internet, concedidos (mediante autorización gubernamental) a organismos del régimen, embajadas, empresas extranjeras y, como no, algunos ciudadanos limpios de toda sospecha. Para la prensa extranjera y los cubanos queda una especie de Intranet (como la inicial Infovía de Telefónica). Los turistas pueden conectarse sin problemas desde los hoteles, en los que los cubanos no pueden alojarse.

En enero del 2.000 se crea el Ministerio de Informática y Comunicaciones que impulsa el desarrollo de Internet, lo que se materializa en diversas páginas web, todas de organismos oficiales así como de la prensa del régimen. La otra no existe o está en el exilio.

A las trabas burocráticas del régimen para conseguir una cuenta de acceso (los 4 I.S.P. son propiedad del régimen) se añade que la compra de un modem o de un PC también está sujeta a autorización gubernamental por lo que los más inquietos con esto de las nuevas tecnologías han de acudir a ”cibercafés” donde, tras rellenar un formulario con sus datos personales, pueden visitar las páginas del régimen, todo ello previo pago del ”módico” precio de 5 dólares la hora cuando el salario medio mensual de un cubano es de 12 dólares.

Eso sí, con ese importe pueden tener cuentas de correo internacional que la Agencia de Control y Supervisión (A.C.S.) lee en búsqueda de algo más que faltas ortográficas. En Cuba existe incluso un mercado negro de cuentas de correo.

Esta situación provoca que la información existente en Internet sobre Cuba tenga dos fuentes básicas: la propaganda del régimen y los ”halagos” de quienes han abandonado la isla en balsa dirección a Miami. Entre ambos extremos quedan más de 11 millones de cubanos cuya opinión, podemos intuir pero que el régimen dictatorial de Castro les impide manifestar, razón más que de sobra para levantar nuestra voz de protesta y solidaridad pidiendo libertad e Internet para Cuba y, no seamos tacaños, para otros países en análoga situación.

Juan Rodríguez 

 

 

INICIO

 

Todos los derechos reservados © Copyright. MiCUBA - Islas Canarias / 2008