Ancianita abandonada,
sucias sus ajadas ropas,
las que edificios vistieran,
pasados años de gloria.
Sus luces se han
apagado,
cataratas tras sus corneas,
empañados cristalinos,
visión que se deteriora.
Triste yace la
ancianita,
apagadas sus farolas,
sus pasos son vacilantes
por calles y aceras rotas.
Años
de injusto maltrato
han opacado su aurora,
el sol no se ve radiante,
la luna acongojada llora.
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La visitan los turistas,
su inmenso sufrir ignoran,
no comprenden su dolor,
su dolor no les importa.
Arrugada la ancianita
con su voz ya temblorosa,
la que otrora ruido hiciera
se encuentra hoy silenciosa.
Lejos nos fuimos sus hijos
cuando la dejamos sola,
en un temporal adiós
que pensamos fueran horas.
Desde acá, desde lo lejos,
oímos como solloza,
abandonada y mugrienta,
maltratada por la escoria. |
Muchos años han pasado
por joven que fuera hermosa,
hoy muestra hondas arrugas
en sus manos temblorosas.
Un corazón que vibrara
con entusiasmo de conga,
va dejando de latir
cansado callado llora . . .
Cástulo Gregorisch
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El Puerto de la
Habana fue originalmente conocido como Carenas hasta el año 1519,
cuando la Villa de San Cristóbal, fundido al sur por Diego Velásquez
en 1514, se movió al sitio presente de la Habana, y posteriormente
dado su nombre actual. Ésta historia se cuenta en las paredes del
Templete,
un templo pequeño en un lado de la
Plaza de las Armas.
Al principio, la Habana sirvió principalmente como una base para la
conquista española del nuevo mundo, como era pobre en los recursos
valiosos como oro, piedras preciosas y plata, entonces un gran
número de los colonos movieron a otros lugares como México.
Sirviendo como la base para la conquista, la Habana se cambió en un
puerto de comercio próspero, con mercancías yendo de España al nuevo
mundo y viceversa. Sin embargo, por eso, la Habana se convirtió en
un blanco para piratas, y el primer ataque en la ciudad ocurrió en
1555, cuando corsarios franceses saquearon y quemaron la ciudad.
Ésta vulnerabilidad fue forzado a construir la primera fortaleza de
la Habana. Otro problema con piratas fue los ataques en los barcos
españoles, entonces, al principio de 1561, todos los barcos en
camino a España fueron mandado a reunir en la bahía de la Habana
para viajar juntos. Éste se dio un empuje al comercio en la ciudad.
En 1563, el gobernador español de Cuba se movió su residencia a la
Habana.
El 20 de diciembre, 1592, el rey Felipe II nombró la Habana como una
ciudad oficial, que llevó la ciudad a más urbanización. Tres
castillos fueron construidos, el
Castillo de San Salvador de la Punta,
el
Castillo de los Tres Reyes Magos del
Morro,
y el Castillo de la Real Fuerza, junto con dos torres defensivas, la
Chorrera y San Lázaro.
La primera mitad del siglo XVII llevó mucho más urbanización y
crecimiento en la Habana. Sin embargo, en 1649 hubo una epidemia de
enfermedad y erradicó un tercio de la población. Pero la Habana se
levantó y construcción en las murallas de la ciudad en 1674, aunque
no completado hasta 1740.
En 1762. La ciudad fue agarrada por los británicos durante la guerra
de siete años. Durante el gobierno británico, la ciudad fue
completamente abierta a comercio con sus colonias en Norteamérica y
el Caribe y llevó industria y trabajo nuevo a Cuba. Sin embargo,
menos de un año después, G. Bretaña intercambió Cuba con Florida en
la paz de Paris, y se terminó la guerra de siete años. Cuando la
Habana regresó al control español, muchas fortificaciones fueron
construidas, llevando la Habana al punto de ser la ciudad más
fortificada de las América. Al mismo tiempo la
Catedral
fue construida, y sirvió como el lugar de descanso para los restos
de Cristóbal Colón por 100 años.
Mientras la Habana se movía hacia el siglo XIX, florecía y llegaba a
ser de moda, y en 1837, Cuba fue el quinto país del mundo en
construir un ferrocarril. Mientras la Habana continuaba creciendo,
fueron forzados en desmontar las murallas de la ciudad en 1863, y a
finales del siglo, los Estados Unidos tomaron control del país
después del hundimiento del acorazado Maine en el puerto habanero, y
con el comienzo del siglo XX también comenzó una incipiente
democracia que llevo al Sr.
Tomas Estrada
Palma
(1902-1906)
a la presidencia del 1er. Gobierno de Cuba libre y democrática. El
país continuo su imparable desarrollo a la sombra de los Estados
Unidos y en 1940 nació el culto de los cubanos a la dignidad plena
“La constitución del 40” que por esa fecha la isla aunque no era
perfecta, contaba ya con una estabilidad que garantizaba el
desarrollo político, social y económico de la República de Cuba,
rota por un golpe de estado dado por Fulgencio Batista, el país cayó
en un periodo de violencia entre el gobierno golpista y la cada vez
mayor resistencia civil, hasta 1959 cuando la revolución encabezada
por algunos movimientos de resistencia lograron que el golpista
huyera de Cuba.
El 8
de Enero entraron en la habana las tropas triunfantes al mando de
Fidel Castro con el apoyo casi unánime de la población de La Habana,
poco tiempo después la ciudad fue testigo de la declaración de
Castro como estado comunista y aliado de la Unión Soviética. Una
mañana por sorpresa Fidel y su gobierno comenzaron la
nacionalización de las grades propiedades sobre todo las
norteamericanas hasta terminar en 1968 con la totalidad de las
propiedades privadas. Los Estados Unidos impusieron un embargo en el
país de Cuba, y empezó el periodo más crítico y más destructivo en
la historia de la Habana, hasta el punto de quedar casi en su
totalidad semidestruida, como si el tiempo se hubiera detenido en lo
que otrora fuera una de las urbes más bellas de América.
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