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IRONÍAS DEL TIEMPO
En el acto del 13 de marzo de 1966, en su
discurso en la Escalinata de la Universidad de la Habana,
Fidel atacaba a la Revolución China de Mao Tse Tung, de
esta manera: (textual)
“……Y
desde luego, esta historia de revolucionarios que, a pesar
de
haber hecho cosas buenas en su vida, hacen después grandes
barbaridades al final de su vida, no es nueva. Y las cosas
que los hombres cuando degeneran son capaces de hacer las
hemos visto dolorosamente en días pasados. Y son en parte
consecuencias de haber confundido el marxismo leninismo con
el fascismo, con el absolutismo; son las consecuencias de
haber introducido en las revoluciones socialistas
contemporáneas el estilo de las monarquías absolutas.
Esta revolución es afortunadamente una revolución de hombres
jóvenes. Y hacemos votos porque sea siempre una revolución
de hombres jóvenes
(APLAUSOS); hacemos votos para que todos los
revolucionarios, en la medida que nos vayamos poniendo
biológicamente viejos, seamos capaces de comprender que nos
estamos volviendo biológica y lamentablemente viejos;
hacemos votos para que jamás esos métodos de monarquías
absolutas se implanten en nuestro país y que se demuestre
con los hechos esa verdad marxista de que no son los
hombres, sino los pueblos, los que escriben la historia
(APLAUSOS).
Marx, Engels, Lenin, jamás se endiosaron a sí mismos, ni
jamás permitieron el endiosamiento; fueron humildes toda su
vida hasta la tumba, alérgicos a los cultos, alérgicos a la
mitología. Y quienes sean verdaderos marxista-leninistas,
deben empezar por imitar en eso a Marx, a Engels, a Lenin.
Léase la biografía de Carlos Marx, por Mehring (APLAUSOS);
léase la
biografía de los fundadores del marxismo y se verá qué
hombres impresionantemente humildes, porque no veían en sí
mismos los escritores de la historia, porque veían en las
masas trabajadoras y en los pueblos los
escritores de la historia.
Quienes se creen insustituibles para sus pueblos piensan con
la misma mentalidad de esos que creen que asesinando a los
dirigentes de la Revolución asesinarán la Revolución
(APLAUSOS). El día en que cualquiera
de nosotros se creyera indispensable, estaría pensando igual
que esos terroristas; dejaríamos de ser marxista-leninistas
(APLAUSOS).
Las monarquías absolutas, en medio de todas sus inmensas
desventajas, tenían al menos la ventaja de que había un
heredero del poder. Aceptar el método y el sistema de las
monarquías absolutas en el socialismo es el peor de los
absurdos, porque entonces empieza la lucha de los aspirantes
a monarcas absolutos.
¿Y para qué sirve un partido donde todo gira alrededor de un
hombre? ¿Para qué sirve un partido si se endiosa a un
hombre, y se le endiosa hasta tal grado que ni siquiera los
nombres de Marx, Engels y Lenin se vuelvan a mencionar?
En nuestro país nos cabe a los dirigentes revolucionarios la
honra de haber establecido un precedente único hasta hoy,
que fue una ley de la Revolución, una de las primeras leyes
de la Revolución, estableciendo la
prohibición de ponerle el nombre de ningún dirigente vivo a
ninguna calle, a ninguna ciudad, a ningún pueblo, a ninguna
fábrica, a ninguna granja; prohibiendo hacer estatuas de los
dirigentes vivos; prohibiendo algo más: las fotografías
oficiales en las oficinas administrativas. Le cabe a esta
Revolución ese honor.
¡Y yo invito a los dirigentes de la República Popular China
a que sean capaces de aprobar una ley semejante en su país!
(APLAUSOS)
Aquí no hay estatuas de nadie, aquí las únicas estatuas
pertenecen a los que ya rindieron su vida por la causa; aquí
no hay calles que lleven el nombre de ninguno de nosotros,
ni pueblos, ni granjas, ni fábricas. Y sin embargo, ni
siquiera los peores enemigos -excepto tal vez estos nuevos
enemigos- sean capaces de negar la autoridad que en el
pueblo tienen los dirigentes revolucionarios, la confianza
que el pueblo tiene en sus dirigentes revolucionarios
(APLAUSOS).
Porque el dirigente revolucionario es necesario como
instrumento del pueblo, es necesario como instrumento de la
Revolución. Mas la relación entre pueblo y dirigente no
puede ser un acto reflejo, no puede ser la resultante de un
reflejo condicionado, sino un problema de conciencia, un
problema de ideas. No es necesario estar viendo una estatua
en cada esquina, ni el nombre del dirigente en cada pueblo,
por todas partes, ¡no!; porque eso revelaría desconfianza de
los dirigentes en el pueblo, eso
revelaría un concepto muy pobre del pueblo y de las masas
que, incapaces de creer por un problema de conciencia, o de
tener confianza por un problema de conciencia, fabricara
artificialmente la conciencia, o la confianza, por medio de
actos reflejos.
Y en cuanto a vinculación con el pueblo, bien podemos decir
que difícilmente en ningún otro Estado revolucionario del
mundo haya el contacto estrechísimo que los dirigentes de
esta Revolución tienen con el
pueblo (APLAUSOS), al revés de otros sitios donde el
contacto con el pueblo no es el contacto con los dirigentes
del pueblo, sino el contacto con las estatuas de los
dirigentes del pueblo.
Y volviendo, para finalizar esta parte, a la idea que
expresara, a los votos que hacía porque todos nosotros los
hombres de esta Revolución, cuando por una ley biológica
vayamos siendo incapaces de dirigir este país, sepamos dejar
nuestro sitio a otros hombres capaces de hacerlo mejor.
Preferible es organizar un Consejo de Ancianos donde a los
ancianos se les escuche por sus experiencias adquiridas, se
les oiga, pero de ninguna manera permitir que lleven
adelante sus caprichos cuando la chochería se haya apoderado
de ellos (APLAUSOS)…..”
OTRO DE LOS DISCURSOS EN LA PLAZA
DE LA CIUDAD DE CAMAGÜEY, EL 4 DE ENERO DE 1959.
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HIMNO NACIONAL
Fue el patriota Perucho Figueredo quien compuso, en 1867, la música
del Himno. Más tarde, en 1868, cuando las tropas independentistas
tomaron la ciudad de Bayamo, el propio Figueredo escribió la letra:
LETRA DEL HIMNO
AL COMBATE, CORRED, BAYAMESES,
QUE LA PATRIA OS CONTEMPLA ORGULLOSA;
NO TEMÁIS UNA MUERTE GLORIOSA,
QUE MORIR POR LA PATRIA ES VIVIR
EN CADENAS VIVIR, ES VIVIR
EN AFRENTA Y OPROBIO SUMIDO;
DEL CLARÍN ESCUCHAD EL SONIDO;
¡A LAS ARMAS, VALIENTES CORRED!
EN CADENAS VIVIR, ES VIVIR
EN AFRENTA Y OPROBIO SUMIDO;
DEL CLARÍN ESCUCHAD EL SONIDO;
¡A LAS ARMAS, VALIENTES
CORRED!
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